El óxido de magnesio se utiliza en agricultura para mejorar la calidad del suelo, favorecer el crecimiento de las plantas y aumentar el rendimiento. Esta sustancia se utiliza como fuente de magnesio en la alimentación animal y en la ganadería industrial.
El óxido de magnesio también se utiliza ampliamente en la remediación de suelos y el tratamiento de residuos. La capacidad del óxido de magnesio para neutralizar los ácidos se utiliza en el tratamiento del agua potable. La tiza escolar está compuesta por polvo fino de óxido de magnesio prensado.
El óxido de magnesio también se utiliza en la producción de caucho y goma. Se añade a lubricantes, adhesivos y selladores para mejorar su viscosidad (líquido fino o espeso) y lubricidad.
El óxido de magnesio se utiliza a menudo como relleno o agente reforzante en pinturas y barnices para regular su textura y viscosidad. En el tratamiento de aguas residuales, el óxido de magnesio se utiliza como floculante.
El óxido de magnesio también se utiliza para producir metales no ferrosos, refinadores de acero y vidrio. Debido a su alto punto de fusión de 2800 °C, la magnesia sinterizada mencionada anteriormente se utiliza para producir materiales refractarios y acumuladores de calor, así como revestimientos aislantes.
El óxido de magnesio se utiliza en química orgánica como adsorbente y retardador de la vulcanización. Los purificadores y filtros de aire son otro campo de aplicación.